Por qué deberías ir a la #trg24

Crónica, pasión y muerte de mi experiencia en la #trg23 (Foto con Yair, Pablo, Vinko y Roberto)

Fecha: 07 Nov 2023 - Autor: Antonio


Post en Categoría: Reflexiones

Etiquetas: / eventos / comunidad /


Bonilla pide Feedback

Aunque lo pidió el 29 de Octubre, he querido dejar pasar unos días para que se rebajase mi suflé de emociones.

Acompañadme en esta crónica personal sobre todo lo vivido en la #trg23 los días 26,27 y 28 de Octubre.

Preliminares

Este año, por fin, iba a ser el de mi primera tarugconf presencial. Compré las entradas Early bird allá por el mes de Julio. Había ganas, la verdad. El año pasado no pude comprar las entradas y este año me quería desquitar.

Spoiler: Lo he conseguido.

No sin antes haber sufrido una especie de crisis a 15 días vista del evento. Siendo sincero, fue una mini crisis de un par de días en los que pensaba ¿Pero que pintas tu ahí si sólo eres un currito en una corporate?

¡¡¡PAPARRUCHAS!!!

La mejor decisión de mi vida profesional posiblemente haya sido asistir a este evento. Aunque es una semilla que he sembrado en octubre de 2023 y a lo mejor no ve sus frutos hasta dentro de unos meses o incluso años.

Día 1: Talleres, networking y podcast en directo

14:45 - El evento abre sus puertas a las cuatro de la tarde. Me había cogido jueves y viernes de vacaciones, así que había tenido una mañana tranquila en casa. Estaba acabando de fregar la cocina, para irme a la ducha, comer y enfilar hacia La Nave, a 20 minutos en coche.

Suena el timbre de la puerta

¿Amazon? imposible, no tengo nada pendiente.

Era el vecino de arriba. El hijo mayor, tendrá unos 20 años y es una torre de hombre. Estaba hecho un flan.

  • Por favor ayuda, perdón - sollozaba.

  • Pero ¿Qué pasa? - Le pregunto agitado al verle así.

  • La campana, ¡Está ardiendo!

Salgo corriendo escaleras arriba con el extintor que hay en mi descansillo y le grito que llame al 112. Primer intento de apagado, fallido. Entra el hermano pequeño y ve que sigue ardiendo, mientras yo recupero algo de resuello respirando por la ventana del descansillo. Segundo extintor, el de su planta. Consigo sofocar el incendio. Deja de salir fuego de la campana.

Están los dos muy nerviosos. Trato de calmarlos explicándoles que sólo ha sido una accidente que nos puede pasar a cualquiera. Suenan las sirenas de la policía. Me bajo con los dos chavales al portal a recibir a los municipales. Subimos de nuevo y dejo a los chicos con los agentes.

¡Aún no me había duchado ni había comido!

Que yo tengo un evento esta tarde, ¡Señora!

Lleno de la porquería que sueltan los extintores. Echo toda la ropa a lavar. Me ducho en 10 minutos. Como en 5 y salgo para Villaverde a recoger mi acreditación y entrar al taller de Extramile. Llegué justisimo, la verdad. Pero llegué.

Nada más entrar me encuentro con uno de los recruiters de Manfred, Borja Pérez. Abrazo rápido por conseguir al fin desvirtualizarnos y amablemente me acompaña hasta las aulas, al fondo a la izquierda, mientras le cuento por el camino mi habilidad recien adquirida de bombero.

El taller

Os confieso que me apunté al taller de Extramile por que cuando decidí apuntarme a alguno de los talleres gratuitos de los patrocinadores, el de Velneo ya había agotado las entradas.

El motivo principal para elegir el taller titulado “¿Quien se ha llevado mi pulpo? una historia de mapas y charcos” era por que uno de los ponentes que aparecían anunciados era Alfonso Siri (@alfonsosiri en X), a quien conocía de haber cruzado alguna conversación por Twitter.

Revisando ahora el correo que enviaron desde Extramile sobre el material necesario para el taller, veo que Alfonso es el CEO y Manuel Álvarez (@escriva)el CTO. Tiene todo el sentido que fuera Manuel quien nos contara el tema técnico.

Del taller saqué dos o tres herramientas que desconocía como Google colab, Address Validator y la libería deck.gl que sirve para hipervitaminar a la capa nativa de Google Maps cuando la cantidad de chinchetas de nuestro mapa empieza a ser considerable. Además de unos cuantos goodies, libreta, lápices, bolígrafos, pegatinas y las tarjetas de los profes. Ha sido mi primer taller. No tenía mucho que ver con mi ámbito actual de trabajo, pero aquí no se tira nada.

Sobretodo el taller fue útil para conocer a qué se dedicaban en Extramile. En un mundo donde la visualización de los datos es casi tan importante como el almacenamiento y el tratamiento de los mismos, conocer una empresa que se dedica a implementar soluciones para visualización de datos SIG (Sistemas de Información Geográfica), mola.

El networking

Antes de que los de Heavy Mental y Alex Barredo pusieran el broche de oro al día 1 de la TRGCON, tocaba pasarse por las dinámicas de Networking amenizadas por Antonio Rodriguez(@AntonioRoLo_en Twitter) y Laura Becerra(@laaaura_becerra). Dos cracks del la plantilla de voluntarios del evento que hicieron muy amenas ambas dinámicas.

Primero el Bingo. Nos repartieron unas cartulinas con preguntas como “Encuentra a alguien que le guste la tortilla SIN Cebolla” o “Encuentra a alguien con camiseta amarilla”. En mi caso la primera la cubrí con un conocido de Twitter, os sonará, David Bonilla (Sin cebollista irredento. Nadie es perfecto) y la segunda para otra cara conocida de mi TL, Vinko (@vinkoid). Yo ayudé a rellenar casillas como “Alguien que lleve una camiseta de ediciones anteriores de la tarugo”. Soy un romántico y me puse la de 2020, la sofa edition que hasta ese día pasaba por ser mi primera tarugo.

Quede claro que una cosa es el evento online y otra el presencial. Ahora que ha vivido ambas experiencias diré que son cosas totalmente diferentes.

No fueron las únicas interacciones, pero para mi si las dos más memorables. Sobretodo la de Vinko que me reconoció como “¿Tú eres el que da corazoncitos a mis tweets?”. Debo ser minoría en esto de dar likes a las cosas de Vinko. Orgulloso, aunque la mitad de las veces le malinterpretemos en esa red social anteriormente llamada Twitter.

Jugamos dos rondas al Bingo Tarugo, cruzando interacciones rápidas con unos y otros. Estuvo bien para entrar en calor.

Después vino el Trivial Tarugo (no se si los nombró así @AntonioRoLo_, pero ¿De qué otra manera podemos apellidar a las dinámicas de networking en la TARUGOCONF?). Ahí me situé detrás de Vinko, pero por lo que sea no acabé en su equipo. Fui a parar al equipo de “Los casi pulpos”, creo que el más numeroso. Imposible acordarme o mencionar aquí a todos ellos y ellas. Pero si recuerdo que fue mi primer contacto con dos personas con las que coincidí en varios momentos de la #trg23. Son los compañeros del metal Alberto Sánchez Bardanca(@Bardabasada) y Samuel Punzón Agudo(@spunzon), que creo que estuvo en el taller de Extramile con algún compañero suyo de Rankia.

Estuvo entretenido pero no ganamos. MAL. Aunque Samuel y yo lo intentamos muy fuerte, la verdad.

El podcast

Una vez finalizadas las actividades de networking, reviso el móvil y veo un mensaje en Whatsapp de Yair (@ysegalb), al cual conocía de hacer el ganso por Twitter y de la comunidad de Heavy Mental en Whatsapp. A pesar de las pistas que me dió conseguí encontrarlo sin mucho problema:

Conversación de Whatsapp con Yair

¡DE NEGRO!

En un evento con informáticos por todas partes…

Lo dicho, me tiré al barro con el primer “hombre de negro” que vi al final de los sillones y acerté.

A partir de ahí tengo que decir que Yair fue mi Ancla en el evento. Él no llevaba collar de Hawaiano como los Anclas oficiales del evento, pero actuó como tal para mi. Un placer y un lujo, me presentó a Carlos Blé(@carlosble) al cual no conocía y del cual me declaro seguidor y fan absoluto después de haber coincidido también con el en varios momentos de la #trg23.

Mientras hablaba con Yair y otro compañero suyo de Autentia vi a un tipo caminando a un ritmo pausado, observándolo todo, no parecía de Madrid. Pensé, “¿Será Juan?” por Juan Miqueo(@juan_miqueo). Efectivamente nos reconocimos y nos fundimos en un abrazo. Llevavamos tiempo hablando de cuando nos fueramos a desvirtualizar en la TRGCON. Que gran tipo es Juan. Lo parecía por las veces que charlabamos por Twitter, pero en persona gana aún más.

Después de un poco de charleta y rescatar a Vinko fuimos hacia el auditorio y como tres buenos groupies de Heavy Mental nos pusimos en primerisima fila para ver a Alex, Recuenco, David y Miki desplegar su arte friki durante casi dos horas. Pero justo antes de llegar me tropecé de frente con un tio larguirucho que llevaba la misma camiseta que yo. En ese momento, totalmente relejado por el ambiente del networking le solté un “EEEEEHHHH” señalando mi camiseta en plan “¡¡¡Llevamos la misma!!!”. En ese momento no, pero luego descubrí que se trata de Rubén García(@rbngrcdz) un joven javero en busca de currele, así que si me lees y necesitas jovenes javeros, tiralé la caña.

No recordaré muchos detalles en el futuro sobre este podcast, salvo que lo vuelva a escuchar, pero si la sensación que me dió que Miki es un verdadero Showman. Él y Alex dinamizaron mucho la interacción con el público. Por aquí os dejo el enlace que han publicado en Spotify de Heavy Mental.

Primeras sensaciones

Para ser el primer evento presencial de mi vida y a pesar de ir sólo, tengo que decir que todo en la TRGCON juega a favor de la interacción humano-humano. Bonilla y su equipo hacen mucho hincapié en que hablemos y conectemos, pero es que además lo ponen muy fácil.

Me fui para casa pensando que el verdadero mérito de todo este tinglado es hacer que gente más o menos tímida o introvertida baje la guardia durante unos días y se abra a charlar sin reparos. Esta idea se confirmó durante los siguientes días y aún hoy, una semana después sigo pensando que la TRGCON es un gran evento pero por este detalle de facilitar la interacción, no solo entre informáticos, si no con el resto de profesionales del sector, ventas, marketing, producto, negocio, etc.

Tarucdota I (Anecdota taruga): Volviendo para casa vi este tweet:

Como digo en mi cita, dos horas con Manu Fosela detrás y ni idea del reto de @leanfulness_es. Spoiler conseguí completar el reto.

Día 2: Día grande, ponencias y muchísimo networking

Como ya tenía la acreditación del día anterior no tuve que esperar la cola que se estaba formando ya desde primera hora. Pasé directamente, saludé al crack de @AntonioRoLo_ y me tiré de cabeza a por un café.

Ya con un café calentito en la mano empecé a deambular por el enorme hall de La Nave y sin querer hice contacto visual con uno de los anclas.

Esto de “Los Anclas”, a lo mejor no lo he explicado. Desde la organización se hizo un llamamiento vía Twitter y creo que también por mail a miembros de la comunidad que quisieran hacer de “Anclas” es decir, facilitar la interacción con aquellas personas a las que vieran solas o si se formaba un círculo que estuvieran pendientes de dejar ese círculo abierto para facilitar la incorporación de cualquiera que pasase por allí y se animase a participar. Creo que fue una ideaca, la verdad. Un multiplicador de interacciones.

Volvemos con mi ancla. Confieso que tras unos minutos de charla no me quedé con su nombre y he tenido que hacer investigacion vía DM con Rodrigo Esgueva, el jefe supremo de los anclas. Gracias Adolfo(@aabalo), hiciste que esos primeros minutos fueran más agradables con tu acompañamiento y tu charla. Seguramente el año que viene me postule como Ancla, si la figura sigue existiendo, en parte por esta interacción con Adolfo y en parte a propuesta de otro pana de Twitter al que ha abrazado más que a mi padre en dos días de TRGCON, Pedro Pablo Aparicio(@pedropaparicio) al que conocí en persona en uno de los descansos entre charla y charla.

Conseguí desvirtualizar a gente que conozco de Twitter: Roberto Ansuini(@robansuini), un conocido de la comunidad CPSer con el que quedé vía DM en el stand de Cabify. Pablo Grueso(@PabloGrueso) otro CPSero y también CEO de Tecnofor que no dudó en acercarse a mi en cuanto hicimos contacto visual a la hora de la comida. O el caso de Luis Alberto que me abordó en la fiesta al grito de “Tu me sigues y yo te sigo en Twitter”. Completamente cierto. Estuvimos hablando un rato y descubrí que es un crack del mundo cripto.

También conocí en persona a Juan Carlos Vez Vázquez(@JuanCVezVazquez) y Pedro J. Molina(@pmolinam) dos veteranos del sector que me regalaron una lección gratuita sobre networking de toda la vida, el de intercambiar tarjetas. Un placer haber coincidido con ambos y aprender que estas cosas del networking y los contactos ya existían antes de Linkedin y Twitter pero era un arte diferente y mucho más artesanal. Además me sugirieron que cambiara mi foto de perfil en Twitter. Al parecer a la gente le estaba costando reconocerme con esa foto en blanco y negro mirando al tendido. Creo que fue un acierto, a partir de ahí más gente me reconocía y no sólo ponía cara de “¿De qué me sonará la cara de este tio?”.

Pero conocí a otra gente que no tenía fichada online como los mencionados Alberto y Samuel. En la cola para las hamburguesas coincidimos Yair y yo con Luis Alberto Fernández Calleja(@lfernandezcall) y Jorge(a secas, si) no conseguí encontrarle ni en Linkedin ni en Twitter. @Yair, @Alberto, si me leeis y le tenéis fichado pasadme los enlaces. Gracias de antebrazo. Compartimos el rato de la comida y una racionzaca de pulpo que quitaba el sentido.

Al calor de la ración de pulpo que había conseguido Yair estuve conversando con Jorge Casar(@JorgeCasar) y me explicó el motivo por el cual Miki le trataba con tanto compadreo el día anterior en el podcast. Se conocen de otra vida en los inicios de Twitter. Todo encaja ahora. Por cierto, leía hoy en Twitter a David Pardo, que hoy es el cumpleaños de Jorge. Feliz 40 cumpleaños (no los aparenta el cabrón).

Otros encuentros breves que tuve a parte de los abrazos a @pedropaparicio(love you, bro), quien me presentó a Guiomar(@guiomargdp) a la que no se si después o al día siguiente vi acompañada de Javier de Arcos(@JavierDeArcosTL) a quien sigo y leo desde hace tiempo en Twitter y del cual os recomiendo este artículo con su experiencia de la #trg22. Lo leí en su día y lo releo ahora y tiene todo el sentido del mundo para mi después de esta #trg23. No te vendas, muestraté.

En fin, trato de recordar todas y cada una de las interacciones y seguro que olvido a muchos. Hacedme ping si me leeis y os añadiré en esta retaila.

Las charlas

No quiero ser exahustivo en los temas sobre los que se hablaron, pero si haré hincapié en como me sentí con cada una de ellas.

Chema Alonso: Fue una sorpresa por que estaba anunciado Pau García-Milá. Una sorpresita de la organización. Nos estuvo hablando de los peligros para la seguridad de las empresas en el uso de las Inteligencias Artificiales Generativas. Sinceramente, creo que vamos a ver cosas de verdadero pavor si no trabajamos en formar y formarnos en este ámbito. Los modelos han sido entrenados con cantidades inimaginables de datos que con algo de pericia y picaresca se pueden obtener sin mucho esfuerzo.

Sandra Hernández: Esperanza. Una mujer que con 22 años ya estaba trabajando en el equipo de testing de la NASA para la misión que investigará la luna Europa de Júpiter. Nos dejó a todos con la boca abierta, no sólo por lo logros en su carrera profesional, corta pero intensa si no por los costes de no hacer testing en misiones espaciales. Sin duda es un ejemplo muy extremo de una mujer que ha alcanzado cotas increibles en el mundo laboral, pero sin duda es un referente desde ya para mi y me ocuparé de que lo sea para mis hijas.

Sergio Rodriguez: Otro ingenireo TOP que nos enseñó conceptos de Fast Data en la Formula uno. Creo que a pesar de la dificultad de improvisar la charla en castellano (se la había preparado en inglés) fue muy didáctico y otro ejemplo de profesional español reconocido internacionalmente en un ámbito muy competitivo como son las carreras de F1. La frase:”La Fórmula uno es un deporte de ingenieros, no de pilotos”.

Isabel Gárate: Me perdí media ponencia por tener que ir al baño. Pero lo poco que pude escuchar me acercó aún más a mis compañeros de producto. La idea de que los informáticos somos una pata más en la creación de productos digitales es algo que ya traigo incorporado desde hace años, pero escuchar a gente de producto como Isabel nos da todavía más perspectiva. Este sector es mejor cuando trabajamos en equipo.

Débora Franco: Después de comer. Fue duro, no por la charla si no por que nos habíamos puesto como el tenazas entre el perrito, la burguer y la ración de pulpo. Faltó el café. Débora nos explicó como es la innovación en la agricultura, concretamente en el sector vinícola. Esta y la charla de Antonio Alcaide me dieron esperanza en lo que se refiere al sector productivo de nuestro país. Ser capaces de crear empresas e innovar desde el campo gallego, para todo el mundo. El día a día nos hace ser pesimistas con el país en el que vivimos, pero luego conoces estos casos y te tienes que venir arriba.

Antonio Alcaide: El “primo” de Bonilla. ¿Cómo reconvertir una fábrica de mantecados de la estepa que sólo tiene producción 4 meses al año en una empresa de barritas energéticas que producen durante todo el año? La charla es para verla repetida y ponerla en todas las escuelas de negocios de España. Hay esperanza. Crear este tipo de innovación, cambiar la mentalidad de un sector como el de los mantecaos, la voluntad de impactar en la industria y en la comarca, trabajar además en la educación no sólo de su zona si no en el de toda Andalucía. No es mérito del país, si no de empresarios españoles como Antonio.

Pablo Santos: La empatía hecha persona. Esta charla provocó que gran parte de la audiencia nos vieramos impactados en mayor o menor medida. Pablo es un referente del emprendimiento español. Vendió su compañía Plastic SCM, para el control de versiones, al gigante de los videojuegos Unity. Lo que nos contó no fue la parte bonita y de los billetes. No. Esa parte la podemos ver en mil sitios. Nos contó su frustración y los problemas que tuvo una vez se ejecutó la compra y que acabaron llevándole a salir de la empresa en Enero de este año. Al margen de su historia, impactó la manera tan cercana de contarla y cómo muchos que no hemos vendido una escoba empatizamos con situaciones que sin ser el CEO de nuestras compañías hemos vivido al incorporarnos a otras empresas que compraron aquellas en las que estuvimos. Si siendo un currito he tragado bilis en esas situaciones, no quiero pensar como será cuando tu cargo es el de CEO y has negociado la situación en la que aterrizarán tus compañeros en la nueva compañía. Kilos de mala sangre cuando te das cuenta de tus errores.

Después vino la despedida con los números de la #trg23 por parte de David y la promesa de que tendremos #trg24.

Pero el evento no acababa ahí. Quedaba la fiesta y el Sábado de Community day y para las familias.

En la fiesta estuve poco rato pero compartí charla con Vinko, Alberto, Luis Alberto y Yair. Intercambios de opiniones sobre las ponencias, experiencias de unos y de otros, un rato agradable mientras cogíamos canapés y bebidas de los camareros que pasaban a nuestro alrededor.

Casi a punto de irme vi a Diana Aceves, con la cual ya me disculpé en Twitter y con la que espero coincidir en el futuro y saludarnos como es debido.

Sentimientos y sensaciones del día grande

Contra todo pronóstico me deshinibí como jamás hubiera imaginado e interactué con todo el mundo con una naturalidad que aún hoy me sorprende, no por ser yo alguien especialmente tímido pero a medida que avanzaba el día el ambiente se volvía más y más familiar, creandose una atmósfera de camaredería que no se puede explicar con palabras.

Hubo momentos en los que tuve una sensación de dejavú. No la típica experiencia que dices “esto ya lo he vivido”, no. Era como si conociera a esa gente de antes, tal vez las interacciones ocasionales por Twitter hacía que con muchos tuviera una confianza casi instantánea, no lo sé. Pero es cierto que la experiencia es indescriptible. La tarugo hay que vivirla.

Tarucdota II El encuentro “fortuito” con Manu Fosela.

Como os comentaba en la primera entrega de la Tarucdota, vi tarde el tweet del reto de Lean Mind, pero al día siguiente le puse remedio.

En el último descanso, volviendo a sentarnos en el auditorio vi a Manu Fosela con su hijo Dani. Lo vi claro, me senté al lado con todo mi morro y le pregunté por la siguiente pista. Él muy amablemente me la dió y todo indicaba tenía que hablar con María Blé(@Maria_Ble_), hermana de Carlos y directora de la editorial savvily, quien me dió la última pista, que como no podía ser de otra manera me llevaba a hablar con Carlos Blé y me calificaba para entrar en el sorteo de un libro dedicado por él mismo.

Día 3: Community day, Tarugoff y día con la familia

Hasta aquí ha sido el calentamiento. El plato fuerte es el Community day, con talleres y actividades para traer a toda la familia.

Mi hija mayor(9) llevaba unos días nerviosa por el taller de Dibujo con Hugo Tobio(@HugoTobio). Así que casi lo primero que hice fue buscar el aula en el que se iba a dar el taller y dejarla en manos de AntonioRoLo. La empolloncita se puso en la primera fila y por lo que me contó después disfrutó un montón de la master class.

La pequeña(4) estaba apuntada al taller de fundamentos de programación con Bonilla. En el rincón Daruma. Pero ¿Donde está el rincón Daruma? Miro la agenda, a ver si hay un plano. Nada.

Vaya.

Dejo a mi mujer con la peque al fondo de La Nave, entretenidas con los pintacaras y algunos columpios pequeños y parto raudo a buscar a alguien con camiseta blanca (los voluntarios) para ver si encontramos el dichoso rincón Daruma. Desando mis pasos hacia la entrada y nada, nadie con camiseta blanca. Ya casi en la entrada, en la puerta de los food trucks veo a “La Jefa” de todo esto, la mismísima Candela(@candelamd). No se si me reconocío de primeras pero me presenté torpemente como el Antonio que os da la turra en Manfred de vez en cuando (Algún día tendré que escribir un post de disculpas por todas las impertinencias e ideas peregrinas que les he contado a los de Manfred, que paciencia me han tenido siempre, la verdad).

Le cuento mi duda con el rincón Daruma y me dice que era una de las cosas de las que se encargaba David, así que lo ibamos a arreglar rápidamente con una llamada. La sigo mientras llama a David y cuando está a punto de cogerle la llamada, me encuentro con él de frente y le digo que “esa mujer de ahí le está llamando”. Por esta casualidad me encuentro con el responsable de toda esta movida y compartimos unas palabras. Me dice que en un rato se pone ahí al lado con los niños pero que si veíamos que Adriana se aburría que no la obligáramos.

Y ya. Así de breve fue mi interacción con la pareja que ha montado todo este evento. Me hubiera gustado abrazarles a ambos y darles las gracias (se las dí pero sin abrazo, que yo soy muy de abrazar), así que ya tengo otra tarea para la #trg24. Abrazar a estas buenas gentes que han formado esta pedazo de comunidad.

No se si justo antes de esta aventurilla con los organizadores o justo después comenté con mi mujer que había guardarropa al principio de la nave, para que dejase mochila y abrigos. Pero tras darse el paseo me comentó que si, que había percheros, pero no había “servicio” de guardarropa. Dedujimos que estaría sólo para el día grande.

Así que dije de llevar los abrigos al coche que estaba relativamente cerca. Pero aquí vino lo bueno. Me encontré el cartel de la Tarugoff, los Open Spaces de la TRGCON. No se muy bien cómo, pero se me fue el santo al cielo, y dejé a mi mujer tirada con los abrigos y me metí en la cafetería junto con otros tarugos que como yo no habían participado nunca en este tipo de dinámicas.

La Tarugoff

Para los que no lo sepáis un open space es un espacio donde se proponen temas de debate, se votan y las propuestas más valoradas por la mayoría se exponen por aquellos que las han propuesto y se deja que la gente se sume a las conversaciones que van surgiendo.

Pues propuse tema y ¿Adivinad qué? Fue uno de los cuatro más votados.

Aquí veis las 4 propuestas más votadas (Gracias Angel Vázquez (@anjovazquez) por twittearlo):

A propuesta de Alberto Sánchez, mi propuesta se unificó con la de Samuel Punzón y expusimos juntos ambas: “Pivotar en la carrera profesional: de dev a negocio, de dev a sysadmin, viceversa” + “Desarrollo profesional: ¿mejor en empresas grandes o en empresas pequeñas?”

Primer Open Space: “This is not your problem”

Pero antes de 12:10 a 12:55 tanto Samuel como yo, estuvimos charlando junto a varios compañeros del metal, en la que propuso David Canós(@canos): “This is not your problem” Inspirados en la charla que el día anterior había dado Pablo Santos para cerrar el evento principal.

Tuve la sensación de que en un principio todos los que hablamos teníamos ese “Ownership” o “responsabilidad” que puede ser visto como una extralimitación de nuestras funciones, sobretodo en empresas corporate más grandes, pero a medida que hablabamos e intervenían gente como Pedro Pablo Aparicio o Guillermo Caudevilla (@caudevilla) que se les notaba un nivel alto de managment introducían ideas como el “depende” de la corporación, de la cultura de la misma, del problema en cuestión. En fin, no llegamos a una solución, obviamente es un problema complejo y con múltiples variables pero algún truqui que me llevé fue, no tomarme muy en serio cuando alguien me suelte un “This is not your problem”.

Lo mejor fue el post partido, cuando en Twitter el propio Pablo Santos nos preguntó sobre lo que habíamos hablado:

En la foto podéis ver de izquierda da derecha a @caudevilla, @pmolinam, @lainde, @mariomnts, @canos, @mnicolao11, @acorralortiz y @spunzon (Creo que a la izquierda de Samuel, ya fuera de plano se sentaba @jmbeas. Había más gente en la charla, pero no me acuerdo de todos, ya sabéis si los tenéis ubicados me los pasáis y los añadimos aquí).

Sin duda una característica más de este evento. La facilidad de acceder a CEO’s top que han hecho ventas o compras millonarias en nuestro país. Y que es una vía de ida y vuelta, ellos lejos de considerarse superiores, hablan y escuchan a nosotros los nerds (bueno a lo mejor es que es esa tendencia al frikismo la que nos une a todos mas allá de las cuentas corrientes de cada uno… )

Segundo Open Space: “Pivotar en la carrera profesional: de dev a negocio, de dev a sysadmin, viceversa” + “Desarrollo profesional: ¿mejor en empresas grandes o en empresas pequeñas?”

Aquí tanto Samuel como yo al ser los que habíamos traido la propuesta teníamos el rol de facilitadores, es decir éramos los únicos que no podíamos abandonar el open space y teníamos que llevar la voz cantante tanto al introducir los temas al grupo como al dar turno de palabra a los demás compañeros.

No voy a transcribir todo lo que hablamos en la charla, pero si quiero compartir algunas ideas que surgieron tanto del tema que proponía yo como el de Samuel. Al final eran dos patas del mismo tema. Planificación de carrera tanto a nivel de roles como de empresas.

Mi obsesión en los últimos años ha sido el poder pivotar desde un perfil de sysadmin hacia uno de developer. Me he hecho mil trampas al solitario desde postularme a puestos de Junior Java Developer sin haber tirado una línea en Java desde 2002, a pensar que lo mejor sería ir de sysadmin a devops y por último a developer, como si fuera un camino que recorrer, o hacer un bootcamp que me hiciera empleable aunque fuera en roles más junior. Podría estar aquí un rato contando mis peripecias en esto de “querer pivotar” en la carrera profesional.

En seguida el grupo se hizo cargo, cada uno contó sus experiencias personales y como lo habían enfocado en cada caso. Desde el developer que pasó a arquitecto y volvió a Individual Contributor. Otro que fue de desarrollo a managment para no volver o el caso de Juan Miqueo, mi Juan, que empezó como desarrollador para una pyme, pasó por gran consultora y ahora bootstrapea su empresa mybooking.com desde el campo como dice en su bio de Twitter.

La que me llevo de esta charla es que nadie sabe mejor que yo que es lo que tengo que hacer y como hacerlo, pero tengo que ser muy honesto y sincero conmigo mismo. La idiotez de aplicar a ofertas para las que no estoy realmente preparado la abandoné hace tiempo, pero ahora tal vez debo sentarme a pensar no solo que es lo que quiero hacer en mi carrera si no medir cuales deben de ser los siguientes pasos que me guíen a conseguir mis objetivos. Precisamente estoy en ese proceso ahora mismo, creo que escribiré a cerca de ello. Qué demonios.

A comer, más desvirtualizaciones y compras de última hora

Después de las edificantes charlas entre camaradas del metal, como dice Bonilla, vuelta con la familia. Me encontré a las peques a tope de power y a la madre con los plomos un poco fundidos en la cola del pintacaras con la mayor, mientras la canija revoloteaba a toda mecha por allí. Tocaba ejercer un rato de padre, vaya.

Me las llevé al stand de Autentia que estaban haciendo unas chapas muy molonas con los dibujos que se hacían los propios niños. A las mías las entró fiebre creativa y pusieron a currar a toda máquina a los buenos de Isabel Rodríguez(@iro2009) y Pablo Vallés(@valles94), tremenda paciencia chicos. Mientras yo charlaba con Yair y entre anécdota y anécdota nos presentabamos a nuestras respectivas mujeres, el siguiente paso es ya irnos de casa rural las dos familias, jajaja.

Había hambre ya y aún quedaban algunos agradables encuentros, como el que tuve con mi admirada María Blanco(@Godivaciones)en la cola para comprar los tickets. María es tan simpática como parece en los podcasts en los que la he escuchado o más, y sen encargó de inmortalizar el “momento MRC”. Aproveché para animarla a lanzarse al mundo del podcasting con SU tema “Historia del pensamiento económico”. En serio, podría pasarme días enteros escuchando a María hablar de los escolásticos.

Comimos al lado del staff de Manfred entre los cuales estaban ilustres como Yeray o Jero y jóvenes promesas como Borja y Antonio. Candela, mi hija mayor, y su madre se fueron al pintacaras que reanudaba la actividad sobre las tres de la tarde y Adriana y yo nos quedamos acabando de comer. Cuando las alcanzamos al rato, vi la tienda Taruga y me decidí a comprarme la segunda camiseta de la #trg23, pero vi que María Blanco estaba también de compras, como no de libros. Al verla con un ejemplar de Mara Turing de Javi Padilla(@elpady), recordé que unos días antes yo mismo había animado a Javi a llevar algún ejemplar de su saga, que seguro que alguno vendería.

Así que cambié repentinamente mi decisión de compra de la camiseta por el libro de Javi y ya que ese iba a ser regalo para mi hija mayor, pensé que yo también me merecía otro autoregalo, así que me compré un ejemplar de “Mundo Tarugo” y una baraja de cartas, la de la caja amarilla (creo que la temática del juego tiene que ver con Start Ups, ya os contaré cuando juguemos).

Una pena no haber ido a la lectura de Mara Turing y pedirle a Javi que me firmase el libro, y otra pena también no haber caido en la cuenta de pedirle a David que me firmase el suyo. Ya tengo tarea para la #trg24. Demasiados deberes creo XD.

Tarucdota III y final:

La noche anterior cuando llegaba a casa vi que tenía un Whatsapp de Yair, que me avisaba de que Manu Fosela me había mencionado en Twitter para decirme que era uno de los premiados en el concurso de Lean Mind y Savvily (o de Carlos y María Blé).

Contesté a Manu y quedamos en que él avisaba a los hermanos para que me hicieran entrega del premio.

Después de las charlas en la Tarugoff quedé con Carlos y María para recoger el libro “Diseño Ágil con TDD” dedicado por Carlos.

Y hasta aquí la aventurilla con Manu, Carlos y María. La verdad que estuvo divertido y gracias a esto pude conocerles a ellos y sus empresas Lean Mind y Savvily. Otra grata sorpresa que me llevo de esta #trg23

Reflexiones

Han pasado uno días y creo que voy llegando a algunas conclusiones, tanto a nivel personal como profesional y ya que estamos os las voy a confesar.

La comunidad es más importante de lo que creía

Desvirtualizar a tanta gente con la que suelo charlar por Twitter en tan pocos días ha sido la bomba, pero valoro también mucho a toda la gente con la que he interactuado y que no conocía de nada en absoluto. El ambiente de camaredría y compañerismo es indescriptible. No me imaginaba esa sensación de pertenencia a la comunidad. Es algo muy enriquecedor, la verdad.

Desde la #trg23 he estado pensando sobre este sentimiento de pertenencia a la comunidad. En realidad “mi” comunidad no son los 700 Tarugos y Tarugas que nos reunimos en la trg23, es un subconjunto de estos y a la vez somos todos los que estamos suscritos a la bonilista (15000 aprox?¿) y además los que escuchamos Kaizen, Heavy Mental, Ni uno ni cero o leemos otras newsletters o blogs y acudimos a la plaza pública de Twitter a intercambiar recomendaciones, opiniones y aprendizajes. Como dice Recuenco, LA COMUNIDAD.

Con eventos como la TRGCON le añadimos el componente físico en el que nos podemos ver, tocar, escuchar, charlar, abrazar. Eso que la pandemia nos quitó de pronto y que creo, que en general, ahora lo valoramos mucho más. Ese contacto con otras personas que si además comparten gustos, aficiones, pasiones y ámbito laboral hace que empatices mil veces más que con tu entorno habitual de amigos, cuñaos y familiares varios. Ahí reside gran parte de la magia de la Tarugo.

Mis límites como profesional me los estaba auto imponiendo yo mismo

Tras el open space que tuve el placer de facilitar junto a Samuel sigue resonando en mi cabeza una idea que expuso Pedro Aparicio. Los límites nos los ponemos nosotros mismos.

En los últimos 3 años he tenido fases de estar en búsqueda activa de empleo y creo que he equivocado totalmente el enfoque. Me estaba haciendo trampas al solitario. Decía que quería cambiar de trabajo, pero aplicaba a ofertas en las que siempre me faltaba “ese algo” que se necesitaba específicamente en el puesto. Siendo sysadmin de cuna he aplicado a Junior Java Developer, Technical Writer, Devops, Manager, Recruiter o Tech Lead en Manfred .Esto último, con dos huevazos y mucha ignorancia, la verdad (Gracias David por tomarte el tiempo de darme feedback personalmente en aquel momento). En cada proceso que he hecho he aprendido mucho, sobretodo muchas cosas que no quiero ser, aunque aún estoy por definir cual es el siguiente paso que quiero dar. De ahí mi propuesta de charla sobre “pivotar” en la carrera profesional.

En el fondo lo que verdaramente me flipa es programar. En mi ámbito y siempre que he podido hacer algo en Shell scripting o Python para automatizar alguna tarea y ahorrar tiempo en los equipos en los que he estado, han sido los momentos que más he disfrutado trabajando. La sensación de entrar en flow, frustrarme cuando no encuentro el puto bug y la alegría que me da cuando funciona el puto script es de las mejores experiencias laborales que he tenido.

Cuando con todo mi morro apliqué a Junior Java Developer para Autentia vía Manfred hará casi 3 años, hacía casi 17 que no tocaba Java, y encima fué en un curso de un mes que estuve haciendo en mi primer proceso de selección. Really George! Really amics. Al final no llegué a entrevista con Autentia por que Leo Poza me ofreció otro proceso para recruiter en Manfred. En aquel momento estaba enamorado del proyecto y me pasaba como a Raúl en el Madrid, hubiera ido a Manfred aunque fuera gratis a llevar los cafés. Menos mal que tienen filtros y con buen criterio Juanan me echó el alto. Aunque como es marca de la casa con feedback constructivo.

El caso es que lo de recruiter me sigue llamando la atención pero porque “me gustan” las personas. Es una frase hecha, muy manoseada en el sector, tanto si te gusta el managment como si tiras por el recruiting. Pero es verdad. Siempre me ha gustado la interacción con otros compañeros de curre. Trabajar en equipo, construir juntos, buscar al máquina que nos puede ayudar con este marrón, exponerle la movida y ver cómo le cambia el gesto de concentración cuando su cabeza empieza a discurrir una solución, y proponer mi idea y conseguir algo mejor entre todos. Esos son otros de los momentos que también más he disfrutado trabajando.

En fin, divagaciones que os cuento ahora que estamos en confianza. En unos días haré una reflexión más profunda y cambiaré de estrategia seguramente en esto de buscar un nuevo curro.

Como dice Javier de Arcos, “No te vendas, muestraté”

Si no habéis leido el artículo que os compartía más arriba del bueno de Javi, hacedlo ahora.

Lo de “construir” la marca personal creo que ha sido un mala traducción del inglés. En castellano deberíamos decir “Gestionar” nuestra marca personal. Como leía hace unos días en Twitter, sólo con el mero hecho de existir ya tenemos marca personal. Lo único que podemos hacer con ella es trabajarla, enseñar aquello que nos define, que nos gusta, que nos apasiona. Sin esconder nuestro lado oscuro, pero tampoco evitandolo para no parecer irritantemente perfectos, eso no le gusta a los demás.

En definitiva el “Muestraté” que comenta Javi. Colaborar online y offline con la comunidad, sumar, aportar, ir a eventos, hacer una PR a un proyecto Open Source que te flipe, contarlo en tu blog, participar en el ágora de twitter contando tu experiencia para ayudar a otros que esten atravesando etapas que tu ya conozcas.

Publicar en LinkedIn es mi talon de Aquiles. Me da tremendo pudor, mucho más que este blog, o las boutades que suelos soltar por Twitter. El motivo no es otro que el saber que en LinkedIn me pueden leer mis actuales compañeros de la corporate o mis jefes. Sinceramente creo que es un “miedo” o una “vergüenza” infundados. ¿Y qué si me leen? ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que me echen por escribir un post de opinión en LinkedIn? Si así fuera, a lo mejor no es el sitio en el que debería estar ¿no?

Creo que ese va a ser mi propósito en esto de “mostrarme”, participar más en LinkeIn sin miedo “al qué dirán” ni a posibles represalias que sólo están en mi cabeza. Además de todo lo anterior, claro. La muestra la tengo con Twitter, desde que hace unos años recuperé la cuenta y empecé a compartir mis mierda de opiniones sin pudor, el retorno ha sido brutal. La culminación ha sido esta #trg23 cuando os he abrazado a algunos de vosotros.

Volveré a la TRGCON siempre que pueda

Esto es algo que no necesita explicación. Tras más de 7000 palabras relatando mi experiencia en la #trg23, sobran más argumentos al respecto ¿no?

Gracias David

Gracias David por hacer este evento posible, por rodearte de semejante equipazo, por no fallar ningún domingo a nuestra cita semanal. Gracias por vencer tu timidez y hacer el payaso como el que más en el escenario, por dar voz a personas que nos inspiran a los demás, por crear Manfred.

Si yo como asistente a la TRGCON y lector habitual de la Bonilista he tenido este ROI emocional, no me quiero imaginar lo cansado y a la vez reconfortante que es para ti y los tuyos montar semejante celebración para la comunidad.

Al final la Tarugo es eso, una gran celebración en la que compartimos un espacio, una experiencia, una comunidad.

Pido perdón a Bea

No todo ha sido de color de rosa. Lo que más me jode de todo lo vivido es no haber saludado a Bea Jimenez cuando tuve la oportunidad.

Para los que no lo sepáis, Bea es parte del core de la Tarugo, con la que he intercambiado tweets y DM’s, incluso algún café virtual. Alguien que me descubrió a Juan Miqueo, que ya sólo por eso vale oro, pero que además me ha ayudado a conseguir una oportunidad laboral en Sngular.

Aún no entiendo por qué no la saludé cuando nos puso las pulseras a mi familia y a mi el sábado. A veces me patina bastante la cabeza.

En fin, eso es todo quería despedir este ladrillaco haciendo mención especial a Bea para recordarme que la próxima vez no dudaré en saludarla y abrazarla como es debido.

Gracias si has leido hasta aquí y perdón por el ladrillaco.

¡¡¡Una abrazo tarugo!!!

BONUS EXTRA: Tarugo Arrepentido

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